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viernes, 15 de julio de 2011

El republicano más influyente de Washington

Grover Norquist

En agosto Estados Unidos podría suspender el pago de su deuda pública. Los pensionados podrían dejar de recibir su dinero. El país podría caer en una nueva recesión y arrastrar al resto del mundo. Todo dependerá de que se suba o no el llamado "techo de la deuda"

Desde hace semanas republicanos y demócratas debaten la autorización para que la Casa Blanca pueda seguir contratando créditos y pueda seguir pagando sus obligaciones sin que se haya producido acuerdo alguno hasta ahora.

Los republicanos aceptan el aumento siempre y cuando esté vinculado a un plan para reducir el gasto público, pero sin que se considere la posibilidad de aumentar impuestos, algo que los demócratas consideran difícil de hacer.

El presidente Barack Obama ha sido la cara más visible de los demócratas en el debate, con frecuentes apariciones ante la prensa, la mas reciente este viernes, cuando dio un ultimátum al Congreso para que le presente un plan para avanzar en el tema.

Pero del lado republicano, algunos aseguran que el que está definiendo la estrategia de la oposición es Grover Norquist, presidente del influyente grupo de cabildeo, Estadounidenses por la Reforma Impositiva (ATR, por sus siglas en inglés).

"Mago oscuro"

Desde tiempos de Reagan

Norquist, nacido en 1956, es economista, graduado en la Universidad de Harvard. Ha estado vinculado a lo que se conoce en EE.UU. como el renacimiento conservador, el movimiento de derecha que empezó en tiempos de la presidencia de Ronald Reagan.

En 1994 fue uno de los coautores del "Contrato con EE.UU." del ex presidente del Congreso y actual pre candidato presidencial republicano, Newt Gingrich, lo que algunos consideran la base filosófica de la nueva derecha estadounidense.

Norquist es uno de los más aventajados alumnos del Instituto de Liderazgo de Arlington, Virginia, donde se forman activistas conservadores para que influyan en el debate político.

Su perfil conservador lo completa con su membresía al Centro Nixon, a la Unión Conservadora Estadounidense y a la Asociación Nacional del Rifle, el influyente lobby de los fabricantes y usuarios de armas personales.

Para muchos la ATR representa la visión fiscal más radical de la derecha, promoviendo una reducción del gobierno a su mínima expresión y por tanto de su fuente de ingresos, los impuestos y para ello ha reclutado a varios políticos republicanos.

Aunque la ATR no es una fuerza política, podría decirse que cuenta con una corriente dentro del Congreso: los republicanos que han firmado el "compromiso" que les pide su organización de "oponerse y votar contra aumentos de impuestos".

El "compromiso" del ATR ha sido firmado por 41 senadores y 236 representantes, todos republicanos a excepción de tres demócratas de los conocidos en Washington como fiscalmente conservadores.

Para muchos demócratas esa palabra empeñada ha impedido que ambos partidos logren solucionar los desequilibrios fiscales mediante una pragmática mezcla de reducción de gastos con, por lo menos, algunos aumentos de impuestos.

Grover Nordist sería el ideólogo de la estrategia republicana, "el mago oscuro del culto de los anti-impuestos de la derecha", como lo describió en un reciente artículo la editora de tendencia liberal Arianna Huffington.

Consecuencias de una transgresión

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha asegurado que sus colegas republicanos están "aterrorizados" por Norquist.

"El Partido Republicano ha sido dominado por ideologías, o están aterrorizados por Grover Norquist y su "compromiso" de no (aumentar) impuestos, sea lo que sea que signifique eso", dijo la semana pasada Reid.

Reid respalda la tesis de quienes consideran que el "compromiso" con Norquist es una camisa de fuerza ideológica que impide que los partidos cedan en sus posiciones.

"Norquist supervisa a todos quienes asumen el compromiso. Eso en efecto impide cualquier discusión sobre impuestos, ya que los republicanos han prometido ni siquiera considerarlo", escribió el historiador Garry Wills en un comentario en The New York Review of Books.

Y aunque ese compromiso no tiene fuerza de ley, ni ATR tiene manera de forzar su cumplimiento, la transgresión puede tener consecuencias al punto que algunos denuncian que Norquist chantajea a los firmantes

Barack Obama, presidente EE.UU.

Obama y la bancada republicana no se han puesto de acuerdo sobre la política fiscal.

Adolfo Franco, estratega republicano, admitió a BBC Mundo que Norquist "tiene mucho peso", pero asegura que "él no decide cuáles son las posiciones republicanas".

Franco afirma que Norquist "es un intelectual que ha desarrollado planes e ideas" que reflejan el principio básico de los conservadores, históricamente contrarios a que el gobierno federal o los estados carguen "en exceso" a los ciudadanos con impuestos.

En ese sentido, reconoce que ATR puede ejercer una gran influencia entre los votantes cuando políticos que se han "comprometido" con su visión decidan cambiar de opinión en el ejercicio de sus funciones.

"Si uno se compromete a apoyar esta filosofía, que yo también apoyo, y luego no logra explicar bien por qué se ha apartado, creo será políticamente difícil explicarlo cuando vayan a reelección".

Eliminar créditos

Sin embargo hay firmantes del pacto que se han rebelado contra la palabra empeñada a Norquist, como el senador republicano por Texas, Tom Coburn, quien ha tenido varios enfrentamientos en el pasado con lo que considera "dogmatismo".

"¿Qué compromiso es más importante?", dijo Coburn, cuando le preguntaron en una entrevista televisada sobre su posición en las negociaciones en marcha con la Casa Blanca y su aparente conflicto con la ATR.

"¿El de mantener tu juramento a la Constitución de EE.UU. o una promesa hecha a un grupo de intereses especiales que asegura hablar por todos los conservadores estadounidenses, cuando de hecho no lo hacen?", preguntó retoricamente Coburn.

A mediados de junio el senador republicano Lamar Alexander dijo a los periodistas en el Capitolio de Washington que "el único juramente que hice fue el de servir al pueblo de Tennessee y ese es el único que mantengo".

Una posición similar expresó el republicano John Cornyn, jefe del Comité Nacional Republicano del Senado, quien afirmó días atrás que "por regla general" se opone al aumento de impuestos "pero decir que no puedes eliminar subsidios innecesarios a una industria es ir muy lejos".

En una entrevista con la Radio Pública Nacional esta semana, Norquist aseguró que su organización no chantajea a nadie, aunque reconoció que "denuncian" a los que se faltan al compromiso.

"El compromiso no es conmigo, ni con ATR, es con los ciudadanos (…) y los ciudadanos no esperan por nosotros para reaccionar contra los que romper la promesa" o como ha dicho en el pasado los "han mentido para ser elegidos".

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