Decenas de millones de
estadounidenses vieron a los Giants de Nueva York lograr su segundo
Super Bowl (o Super Tazón) en cuatro años al vencer 21-17 a los Patriots
de Nueva Inglaterra, en la cita deportiva más importante del año en el
país: la 46º edición de la final de la liga de fútbol americano.
Más de 110 millones de telespectadores
estuvieron pendientes de cada uno de sus movimientos del duelo entre
Giants y Patriots y del espectáculo en torno a esta cita deportiva que
este año tuvo como protagonista a la cantante Madonna.
Esa cantidad de espectadores se podría comparar con los que moviliza la final de la Liga de Campeones de fútbol.
Pero al contrario que la competición europea
(donde a menudo la final suele disputarse entre dos conjuntos
millonarios de las ligas española, italiana o inglesa), en Estados
Unidos cualquiera de los 32 equipos puede llegar a la final. De hecho,
sólo hay cuatro conjuntos que no la han disputado nunca.
Para muchos, eso se debe al peculiar modelo de
negocios que rige la Liga Nacional de Fútbol (NFL, por sus siglas en
inglés) que, según afirmó esta semana el comisionado Roger Goodell en un
programa de la televisión, "combina el socialismo y el capitalismo".
La parte capitalista parece lógica ya que la
competición mueve cada año unos US$10.000 millones y los equipos están
dirigidos por millonarios.
Y aunque la palabra "socialismo" es tabú para
muchos en EE.UU., hay una serie de argumentos en los que se puede apoyar
la afirmación.
Reparto equitativo de beneficios
"La parte socialista es que la NFL reparte el
dinero equitativamente para que cada equipo cada año tenga oportunidad
de ganar", le explicó a BBC Mundo Humberto Barreto, profesor de Economía
de la Universidad DePaw y experto en fútbol americano.
Concretamente, la liga reparte en torno al 80% de sus beneficios anuales en partes iguales entre los 32 equipos que la forman.
"Es como si la NFL fuera una empresa y cada
equipo fuera una de las divisiones de la compañía", afirmó Barreto al
comparar este deporte con el fútbol europeo donde "los diferentes
equipos son diferentes empresas".
Según el profesor, el objetivo de este modelo de
gestión es "maximizar la competencia entre los equipos y ponerlos al
mismo nivel, algo que es muy bueno para los fanáticos".
El comisionado Goodell declaró esta semana al
programa 60 minutos de la cadena CBS que lo que la liga busca cada año
es que "cuando empieza la temporada cada fan del país pueda tener la
esperanza de que su equipo acabe alzando el trofeo del Super Bowl".
Techo salarial
Además de esos ingresos, cada equipo puede
tener algunos beneficios extra, por ejemplo, por la venta de productos
de mercadotecnia (desde camisetas hasta accesorios para celulares con el
símbolo de los equipos).
Pero, "el que un equipo tenga más dinero no
quiere decir que puede comprar mejores jugadores porque hay un techo
salarial", advierte Barreto.
Concretamente, este año se fijó un tope en los gastos salariales por equipo de US$120 millones.
Esta cifra es ligeramente inferior a los US$131
millones que Real Madrid pagó por Cristiano Ronaldo en 2009. Por eso, en
el fútbol americano son imposibles los fichajes "galácticos" de las
ligas de fútbol europeas.
Tampoco podría haber un caso como el del astro
argentino Lionel Messi que llegó a las categorías inferiores del
Barcelona con 13 años.
"En el fútbol americano no hay categorías
inferiores. Son las universidades y los jugadores no pueden pasar
directamente al fútbol profesional", afirma el profesor de la
universidad DePaw que justifica que este deporte no se rige por motivos
lógicos sino históricos.
Sin embargo, pese a las restricciones en los fichajes, el fútbol americano está lejos de ser un deporte modesto.
En julio de 2011, después de una disputa laboral
entre los jugadores y los dueños de los equipos, se acordó que los
propietarios recibieran el 53% de los cerca de US$10.000 millones que
anualmente genera esta liga y los jugadores el 47% (hasta la temporada
2010-2011 el reparto era 50-50).
"Tanto los jugadores como los dueños querían más beneficios. Eran millonarios discutiendo con multimillonarios", opina Barreto.
El comisionado
Para tomar cualquier decisión en la NFL, tienen que estar de acuerdo al menos 24 de los 32 representantes de los equipos.
Por ejemplo, si un empresario quiere comprar un
equipo tiene que convencer a los otros dueños para que le dejen hacerlo
en una práctica que, como explica Barreto, tiene "un elemento de
política".
Y quien arbitra entre todos los equipos es el comisionado, en este caso Roger Goodell.
"Algunos creen que el comisionado tiene mucho
poder. Es verdad, pero también tiene muchas restricciones y tiene que
ser como un político y convencer a los dueños de las decisiones que cree
que son buenas para la liga", afirma.
En este sentido, explica que el trabajo del
comisionado implica horas de reuniones individuales y negociaciones con
cada equipo antes de celebrar una reunión conjunta para votar un asunto.
Para el profesor de la Universidad de DePaw , la relación entre el comisionado y los dueños de los equipos es "complicada".
"Los 32 dueños son como el jefe y él (el
comisionado) es un empleado, pero también puede castigar a un dueño si
hace trampas", explica.
Para Goodell, el secreto está en mantener siempre "la integridad del juego".
"Tengo que tomar muchas decisiones que no son
del interés de algunos individuos, sean dueños, directivos o jugadores.
Pero tengo que asegurarme de proteger la integridad del juego en todas
las ocasiones", afirmó esta semana en una frase que suele repetir.
Y aunque el concepto de integridad del juego es
muy amplio, parece que el secreto le está funcionando porque la NFL
acaba de renovar su contrato hasta la temporada 2018.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios en esta página están moderados, no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evite, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos al autor de la página o a cualquier otro comentarista. Está en su perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilice el anonimato para decirles a las personas cosas que no le diría en caso de tenerlas delante. Intente mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comente de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades (astroturfing) o suplantando a otros comentaristas. Los comentarios que incumplan esas normas básicas serán eliminados.