En las ruinas de San Francisco todos escucharán el sonido de la llegada de la primavera, menos Camila Otero Salazar, una niña de cuatro años con problemas auditivos desde su nacimiento. No obstante, con la realización de un bazar, sus padres esperan recaudar lo suficiente para poder intervenirla quirúrgicamente y así la pequeña pueda lograr escuchar.La señora Catalina Salazar y el señor Alex Otero se han motivado a realizar una actividad para recibir la primavera en la Ciudad Colonial en Santo Domingo, en la que esperan recaudar los recursos suficientes para costear un implante de “coclear” a su hija, la única solución que existe para su problema auditivo.
“La operación es sumamente costosa, implica la compra del aparato, la cirugía, la hospitalización y los viajes para realizarla. Es inminente que esta operación se haga lo antes posible, para que ella obtenga el mayor beneficio del implante”, explicaron los padres de la niña.
Invitan al bazar, que se realizará el sábado 27 de marzo desde las 4:00 de la tarde, a artistas, diseñadores jóvenes y tiendas que expongan sus artículos y los pongan a la venta, y con sus exposiciones puedan aportar recursos desde dos mil a 15 mil pesos, según el espacio donde escojan colocar sus objetos.
Los expositores deben antes reservar su espacio, con un abono.
“La idea es que cada uno use su espacio con creatividad, que decoren el lugar y vendan sus artículos”, precisaron los padres de Camila.
La actividad es abierta al público y se espera un flujo de más de mil personas.
Para obtener más información se han habilitado los teléfonos 809-472-3852, 809-882-3999 y 829-877-7909.
Sobre Camila
Camila nació con el síndrome “Charge”, una condición genética compleja que ocurre una entre 10 mil nacimientos, debido a la alteración de un gen. La niña ha sido intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones por problemas de salud provocados por el síndrome.
Según manifestaron sus padres, la pequeña ha tenido un diagnóstico con problemas del corazón, respiratorios y gástricos, pero ahora requiere de una cirugía para poder escuchar.
“Camila usó audífonos por tres años, pero sus restos auditivos no permitieron que con ellos aprendiera a oír y tener un lenguaje verbal. Nos encantaría que su nuevo logro sea poder escuchar y hablar”, señalaron los padres de la niña.
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