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lunes, 14 de diciembre de 2009

Una nación que fue sacudida por el narcotráfico


El uso de la fuerza pública y la adquisición de equipos para reprimir el crimen organizado y disminuir el consumo y el tráfico internacional de drogas hacía Estados Unidos y Europa, no pudieron impedir que la sociedad dominicana fuera nuevamente impactada en el año 2009 por la violencia y la influencia del narcotráfico en todas sus estructuras.

El gobierno del presidente Leonel Fernández, al igual que los demás estados del hemisferio, ha tenido dificultades para encontrar respuestas adecuadas al negocio multinacional de las drogas, que vive en expansión constante, retroalimentándose de otros ilícitos, como terrorismo, corrupción política, lavado de dinero, piratería, tráfico de armas y de personas, y que tiene en la extrema violencia la mejor arma para desviar toda la atención y recursos de los estados.

No obstante, el año que termina pasará a la historia como una de las épocas en que las autoridades han golpeado con mayor contundencia al narcotráfico y al crimen organizado. Las incautaciones de cocaína y otras drogas sobrepasan las tres toneladas en lo que va de año y se han realizando 24,123 arrestos, destacándose el de Luis Santa Cruz Echeverri, hermano del ajusticiado colector del cartel de Cali, José Santacruz Londoño (Chepe), entregado a la justicia de Estados Unidos.

Para garantizar la efectividad en la lucha contra las drogas, las autoridades depuraron unos 3,000 elementos de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), la mayoría por sospechas, vínculos y delitos de narcotráfico.

Los esfuerzos han tenido mayor éxito con la designación del mayor general de la Policía, Rolando Rosado Mateo, al frente de la DNCD, que ha perseguido a los cabecillas del crimen organizado dando lugar a grandes decomisos de bienes provenientes del narcotráfico.

Escándalos
Sin reponerse aún de la tragedia de Paya, donde varios oficiales de la Marina de Guerra ejecutaron a siete colombianos en un “tumbe” de 1,200 kilos de cocaína, el país fue otra vez sacudido por el caso del fugitivo José David Figueroa Agosto, quien estableció en el país una red criminal con ayuda de empresarios, políticos y militares.

La organización logró introducir a Estados Unidos más de 3,000 de kilos de cocaína en los últimos años, pero la DNCD y agentes de la DEA le tendieron un cerco en agosto pasado que logró evadir alertado por sus contactos en la fuerza pública.

Tenía US$4.6 millones en un vehículo, la mayor suma jamás decomisada en el país, y fue arrestada Sobeida Felix Morel, quien resguardaba en su apartamento las llaves del vehículo y otros bienes del capo boricua. La mujer fue declarada prófuga de la justicia tras ser liberada bajo fianza y con ello se desató un mayor escándalo que motivo que el propio presidente Fernández cuestionara la decisión judicial y ordenara una “búsqueda de Estado” de la fugitiva.

La red de Figueroa Agosto fue desmantelada y como consecuencia de ello entregados dos capos colombianos a Estados Unidos y arrestados unos 18 cómplices en Puerto Rico.

En Santo Domingo el caso fue declarado “complejo” por las implicaciones de personas influyentes y una secuela de crímenes y delitos pendientes de ser aclarados en la justicia.

El decomiso de propiedades inmobiliarias, efectivo, vehículos, drogas y otros objetos de valor a Figueroa Agosto Sobeida Felix Morel es considerada una persona de importancia para el esclarecimiento del caso. Su libertad bajo fianza por la jueza Rosanna Vásquez generó un debate en torno al Código Procesal Penal.

El caso Gringo
En medio del escándalo de Figueroa Agosto y Félix Morel, el apresamiento Manuel Emilio Mesa Beltré, alias El Gringo, y el decomiso de más de RD$70 millones producto de la venta de drogas en barrios de la zona norte de la Capital, según las autoridades, destaparon una nueva caja de pandora de complicidades que esta vez no sólo salpicó a jefes policiales y militares, sino a legisladores y políticos.

Pero las acusaciones contra los presuntos cómplices del grupo del Gringo no han llegado a los tribunales.

En julio, la DNCD desmanteló un grupo criminal integrado por dominicanos y mexicanos, a quienes ocupó cien kilogramos de cocaína, y en octubre fueron incautadas decenas de armas de guerra y cortas, y 293 kilos de cocaína en una finca de Monte Plata. Fue apresado Gabriel Arias Castillo, como presunto cabecilla de este grupo ligado al fugitivo Figueroa Agosto.

Por igual fueron decomisados US$167 mil, vehículos y propiedades.

Además de los efectos de los golpes dados al crimen organizado, los dominicanos fueron entremecidos por nuevas investigaciones y denuncias sobre complicidad y participación directa de políticos, legisladores, funcionarios y otros sectores con narcotraficantes al más alto nivel.

Un informe conjunto de la DEA, el FBI, Aduanas de Estados Unidos y la DNCD, reveló el 27 de octubre que unos 30 oficiales de la Marina daban protección a aviones y lanchas del narcotráfico internacional que transportaban drogas al país. Como resultado de las investigaciones de la Fuerza de Ataque del Corredor de El Caribe fueron extraditados a Estados Unidos el teniente de navío Carlos Rossó Peña y el capitán de corbeta Miguel Suárez Silfa, pero sus superiores no han sido tocados.

El asesor de Drogas del Poder Ejecutivo, Marino Vinicio Castillo, y el senador de Peravia, Wilton Guerrero, fueron reiterativos con las denuncias sobre la injerencia del narcotráfi co en la financiación de campañas electorales congresionales y municipales, cuyo fi n es comprar políticos para asegurarse nuevos territorios y así expandir el “narcomenudeo”, el consumo de narcóticos y crímenes derivados.

Durante el 2009, las acciones contra los vendedores de drogas fraccionadas han tenido también sus resultados, con el decomiso de más 409 kilos de cocaína para ventas “al detalle”, 12.1 de crack, 43 kilos de heroína 12 mil pastillas de éxtasis y casi un millón de sustancias químicas y precursores.

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PUENTE INTERNACIONAL Y LUGAR DE CONSUMO

Durante 2009 las aeronaves del narcotráfico incursionaron cientos de veces el espacio aéreo nacional para lanzar droga o realizar aterrizajes relámpago.

No obstante, las autoridades lograron interceptar alrededor de veinte bombardeos de cocaína y unos seis aviones accidentados en tierra o abandonados por sus tripulantes. Los pilotos habrían logrado realizar con éxito por lo menos diez aterrizajes por mes, según datos oficiales.

Este año se adquieron 8 aviones Super Tucano, dos de los cuales están en el país y las Fuerzas Armadas adquirieron dos radares y un centro de mando y control, que serán instalados en los próximos meses.

Las inversiones del gobierno son aún insuficientes y el poder económico y la complicidad que recibe el narcotráfico desde distintos niveles militares y civiles, facilita sus operaciones.

El Informe Mundial de Drogas 2009 de la ONU registró un alto incremento del uso de cocaína, marihuana y anfetaminas en toda América Latina. La República Dominicana fue citada, junto a Perú y El Salvador, como los tres países con mayor porcentaje de consumo de éxtasis en sus respectivas regiones.

El uso del éxtasis ha proliferado entre jóvenes de clase media y alta, que lo ingieren en fiestas sociales y discotecas. Las demás drogas como la marihuana, cocaína y crack proliferan con mayores consecuencias delictivas y criminales en los pueblos y barrios de las grandes ciudades.

En la última acción contundente con jefes de la droga fue desmantelada una red internacional que dirigían dos hermanos Rivas desde el pueblo de Tireo, de Jarabacoa, y Mayagu¨ez, en el oeste de Puerto Rico.

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