Infectado de tétanos se encuentra el niño haitiano que fue amputado tardíamente de su pierna izquierda la semana pasada en el Darío Contreras, debido a que su padre, impactado por la pérdida de 18 relacionados, en la tragedia haitiana, se oponía a la amputación.
El menor Duly Bernard, de ocho años, fue traslado al hospital infantil Robert Reid Cabral, donde se encuentra ingresado para ser atendido de esta enfermedad no contagiosa, pero frecuentemente mortal.
El niño, de acuerdo al director de ese centro, se encuentra estable, ingresado en la unidad de aislamiento del centro, donde los médicos hacen todo lo posible por salvarle la vida. La infección, provocada por una bacteria, ocurre por la penetración de las esporas en las heridas contaminadas y se manifiesta en personas que no han sido vacunadas.
En dicho hospital hay ingresado unos 20 niños más víctimas de la tragedia provocada por el terremoto que afectó a Haití, entre ellos dos con insuficiencia renal, que están recibiendo tratamiento de diálisis y una infante de cuatro meses que requiere amputación de una de sus piernas, entre otros casos.
La semana pasada Listín Diario publicó una historia donde narraba la disyuntiva que vivió por más de un día el personal de salud del hospital Darío Contreras debido a que el padre se oponía a que a su niño le fuera amputada la pierna izquierda, ya necrótica, y los médicos se resistían a dejar que el menor muriera.
La historia destacaba que la actitud cerrada de Patricio Bernard, afectado por haber pedido a 18 relacionados durante el terremoto que sacudió Haití, obligó al Departamento Jurídico del hospital a pedir la intervención de la Fiscalía de Santo Domingo y de organismos que trabajan con niños en busca de una sentencia, la cual no fue necesario emitir, debido a que luego de un amplio trabajo psicológico el padre accedió, y el menor Duly Bernard entró a sala de cirugía.
El menor fue rescatado con vida de los escombros al día siguiente de la tragedia y fue traído al hospital Darío Contreras la madrugada del martes por el doctor José Pérez Vidal, quien se encontraba dando servicio en el hospital de Jimaní, al percatarse de la necesidad urgente de atención que tenía el niño, pero la intervención no pudo hacerse en el momento que se quería debido a que el padre no firmaba el consentimiento de amputación.
El padre del menor, entrevistado por Listín Diario, reconoció que con su negativa estaba cometiendo un error, y dijo que quiere a su hijo vivo aunque sea sin una pierna, porque la vida es lo más importante. “No puedo controlar el dolor, nunca pensé que sentiría algo así, es muy difícil, es la decisión más difícil que se puede tomar, pero luego, cuando todo eso pase, veré como le pongo una pierna (prótesis)”.
Dijo que el niño estaba en la casa, de tres pisos, con toda su familia, la cual se derribó completamente con las personas dentro. “conseguí mi niño el miércoles a las 10:00 de la mañana debajo de los escombros, ayudado por vecinos quebramos el piso con martillos, su abuela estaba también dentro de la casa y fue rescatada cinco días después sana, pero se le murieron cuatro hijos”.
Dijo que lo ocurrido en su país fue terrible, y que él tenía un club de discoteca y de venta de alimentos, pero todo se derrumbó y no puso salvar ni siguiera la ropa. Destacó el gran trabajo que están haciendo los médicos dominicanos a favor de los pacientes.
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