Son como cajeros automáticos, pero estos sirven para cargar la batería de tu celular en la calle; la idea inició en China y ahora está en EU, ¿el problema? los nuevos celulares gastan mucha energía.

Si no le llamaba para arreglar su regreso, ella se quedaría afuera de su casa todo el fin de semana. Pero sin acceso a su agenda telefónica, él no podía adivinar su número. King se apresuró conduciendo de vuelta a su hogar para dejar la llave debajo del tapete, y perdió su vuelo a Miami.
En su viaje de regreso, King se detuvo en varios cajeros automáticos y tiendas, y fue ahí donde se percató de que podía obtener dinero en efectivo en cualquier lugar, así que ¿por qué no cargar su teléfono con la misma facilidad?
La idea: dos años después, King decidió que inventaría una máquina automatizada para cargas (ACM, por sus siglas en inglés). Después descubrió que ya se le habían adelantado con la idea. Una compañía china llamada TCN ya había desarrollado una estación pública para recargar teléfonos celulares y había vendido miles en el país asiático.
Pero King no se rindió, sino que se acercó a la empresa para ofrecerles ser su distribuidor exclusivo en Estados Unidos, México y Canadá.
Terminaron cerrando un trato: el negocio de King con base en Nueva York, Hercules Networks, recaudó 1.5 millones de dólares de inversionistas, incluyendo al desarrollador de bienes raíces de Miami, Michael Gold, y a un grupo dirigido por el empresario en serie, David Walke. TCN accedió a instalar una pantalla en su máquina, la cual proyectaría publicidad mientras los usuarios, pagando de 2 dólares a 5 dólares, esperan a que sus teléfonos se recarguen.
"Nadie ha dicho que sea una mala idea", dice King, de 25 años. "La idea fue la parte sencilla".
Ahora se enfrenta a un problema obvio: los teléfonos celulares actuales necesitan más energía que sus predecesores, pues cuentan con procesadores potentes y aplicaciones como GPS, Wi-Fi y Bluetooth. Aún así, sus baterías no han evolucionado congruentemente.
"La tecnología de las pilas podría tener un rezago de 10 años, y los teléfonos inteligentes simplemente absorben toda la energía", dice Will Stofega, analista de teléfonos móviles en IDC Research, en Boston.
El riesgo: King no es el único que intenta capitalizarse de este problema. El gigante de los aparatos telefónicos, Samsung, ha instalado estaciones de recarga gratuitas (polos de energía con tres conectores para cargar cualquier tipo de equipo eléctrico) en 10 aeropuertos importantes de Estados Unidos y 15 universidades.
"Esperamos crear una conexión emocional con los consumidores", dice Tim Titus, director de Samsung Mobile en Dallas. "Siempre estamos en busca de lugares para recargar los celulares".
La firma planea ofrecer estaciones de recarga en 50 universidades para esta primavera, y Stofega no cree que otros fabricantes, servidores y vendedores de teléfonos tarden mucho en anunciar sus marcas ahí.
La recompensa: hasta ahora, Hercules Networks ha logrado llegar a donde Samsung no ha podido, con 14 máquinas en casinos de Las Vegas, 65 en los parques de diversiones de Six Flags y otras 50 máquinas en bares y clubes nocturnos. Ahora siguen los centros comerciales. La compañía con 9 empleados triplicó sus ingresos en 2009, y King espera que el negocio logre 2 millones de dólares en ventas este año.
King ha logrado proyectar publicidad de AT&T, Target, Google, Bank of America, GM y Cadillac. Y Men's Wearhouse está considerando comprar una nueva generación de cargadores Hercules, con la esperanza de atraer a quienes sólo ven los aparadores para que entren a las tiendas.
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