La madrugada del pasado lunes se convirtió en la peor pesadilla para Carmen Corcino, su hermana Luisa y sus niños, al derribarse la mitad de su vivienda ubicada en el barrio Hoyo de Chulín, próximo al puerto La Isabela.
Corcino, madre soltera de tres niños, cuenta que a la 1:00 de la madrugada sintió un sonido extraño y se percató que una pared se estaba agrietando, por lo que ella y su familia se movilizaron al otro extremo de la casa.
“Gracias a Dios no hubo víctimas”, exclamó Corcino sin poder contener las lágrimas. La desesperación y la impotencia envargan a esta desesperada madre por los daños en su vivienda.
Corcino es enfermera de profesión, pero actualmente está incapacitada debido a una encefalitis viral que contrajo en la Maternidad La Altagracia, donde trabajaba desde hace ocho años.
“Debido a mi condición de salud tengo cuatro años que no trabajo, no coordino bien las palabras y se me olvidan muchas cosas”, explicó.
Indicó que el dinero que recibe de la Maternidad no le alcanza para mantener a su familia. Sostuvo que también trabajó por dos años en Profamilia. “En 2006 adquirí la enfermedad, por un año me pagaron 7,000 pesos por mes, pero desde el 2007 no recibo nada, por lo que pido que el pago sea reinvidicado”, añadió.
Precisó que le prestaron una casa por unos días, pero no puede trabajar para reconstruir su vivienda y su hermana trabajaba en la Zona Franca de San Isidro y la cancelaron. “Espero que alguien me ayude”, expresó apenada Corcino.
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