La refresquera está por acordar la compra de la operación en Norteamérica de Coca-Cola Enterprises; la medida, para tener mayor control en distribución, es parecida a la de su rival PepsiCo.
Mediante el acuerdo, Coca-Cola renunciará a su participación del 34% en Coca-Cola Enterprises Inc., por valor de 3,400 millones de dólares, y asumirá una deuda de 8,880 millones de dólares.
En un acuerdo separado, Coca-Cola venderá sus operaciones embotelladoras de Noruega y Suecia a Coca-Cola Enterprises por 822 millones de dólares.
Coca-Cola Enterprises recibirá además la alternativa de comprar la participación del 83% de Coca-Cola en sus operaciones de embotellado en Alemania.
Los accionistas de Coca-Cola Enterprises recibirán una acción nueva de Coca-Cola Enterprises centrada solamente en las operaciones europeas de embotellado y recibirán un pagó único de 10 dólares por acción.
La empresa piensa emitir deuda para financiar este pago y la adquisición europea.
Los acuerdos seguramente serán concluidos en el cuarto trimestre. Coca-Cola dijo que cesó su recompra de acciones en este año fiscal como resultado del acuerdo y no piensa adquirir más acciones hasta que estén consumadas esas operaciones.
Tras el acuerdo, Coca-Cola controlará el 90% del embotellamiento de sus productos en América del Norte.
Coca-Cola dijo que esperar lograr ahorros de 350 millones de dólares en cuatro años y que la adquisición contribuirá a las ganancias por acción para el 2012.
La medida es un giro estratégico impulsado por grandes cambios en los gustos de los consumidores.
Desde las últimas horas del miércoles, la refresquera estaba cerca al acuerdo, según gente familiarizada con el asunto.
PepsiCo anunció en agosto que compraría las operaciones de sus dos embotelladoras más importantes por 7.800 millones de dólares. Esos acuerdos serán consumados pronto.
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